(www.neomundo.com.ar / saludyciencias.com.ar) Un reciente estudio realizado en los Estados Unidos donde se investigó el desarrollo cognitivo de a 329 chicos demostró que el exceso de televisión en un hogar reduce la interacción verbal entre los padres y los bebés; lo que a su vez puede retrasar el desarrollo del lenguaje.
El trabajo muestra, básicamente, que la presencia permanente de un televisor encendido así que los padres hablen menos entre ellos y con los pequeños. Esa falta de estímulo hace que la aparición de las primeras palabras y el desarrollo del lenguaje se retrasen.
Esto contradice algunas teorías acerca de que ciertos programas de estímulo que vienen en DVDs y se les suele pasar a los más chicos es netamente beneficioso.
Los investigadores que publicaron sus conclusiones en el número de junio de la revista médica Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, estudiaron 329 niños, cuyas edades iban entre los 2 y los 48 meses, y encontraron que por cada hora extra de "exposición" a la televisión, podría registrarse en promedio- una disminución de 770 palabras (un 7%) de las palabras que un adulto le dirige a los chicos.
Durante el estudio también se comprobó cuanto mayor es el número de horas dedicado a ver televisión en la familia, menor es el número de vocalizaciones que hacen los chicos cuando, finalmente, los adultos les hablan y los estimulan.
Según el Doctor Dimitri Christakis, uno de los pediatras que condujo estos experimentos, "algunas de las situaciones de falta de estímulo probablemente se deben a que los niños están solos delante de la pantalla de televisión por más tiempo. Pero también es posible que sea un reflejo de situaciones en las que los adultos, aunque estén presentes, permanezcan, a su vez, distraídos por la programación y así dejen interactuar en forma intensa y permanente con el bebé.
Por otra parte, esta es también una evidencia que pone una nota de cuidado sobre los programas específicos que vienen en DVD con la finalidad de estimular el intelectual y el desarrollo. En otras palabras, el uso intensivo de estos programas educativos podría ser contraproducentes.
Los investigadores recordaron, además, que sus resultados pueden ayudar a explicar experiencias previas donde ya se había encontrado vínculos entre exceso de televisión y retrasos en el desarrollo del lenguaje.